martes, 30 de enero de 2007

Carta Tyra

He decidido poner aquí un fragmento de mi último capítulo de Mimir, más en específico el momento que Tyra escribe una carta, en especial para Sikoth. No lo puse todo completo en el foro no por que no quisiera, sino para incrementar la emoción y ver que es lo que pensaban los lectores, aunque en fin y en cuentas antes de mi sig. cap se revele esto, aún así lo pongo n.n, advierto, esta esta completo, si no quereis leer spoiler pues espera un poco para que lo leas en el foro sheikav.

*Spoiler Mimir*

No pasó ni una hora cuando volvió a despertarse. Angustiada se erigió y casi se da un golpe en la cabeza con la pequeña mesita que estaba a su lado. Era como una especie de escritorio-estante, ya que ahí Ethan conservaba pergaminos, muchos de los cuales él escribía una serie de mitos y leyendas que bien él inventaba o que eran conocidas por todos.

Dispuesta a distraerse y de paso tranquilizarse, se levantó y encendió una vela pequeña, cuidando de que no se alzara la flama para no despertar a los demás. Pronto sus ojos verdes se detuvieron en la pila de rollos amarillentos que se alineaban en el estante de madera. Se sentó en la silla de su maestro y de repente tuvo el impulso de escribir ella misma algo… Dudosa tomó dos rollos, de los menos desgastados. Se aseguró que las hojas estuviesen totalmente en blanco, limpias; y suspirando entrelazó entre sus dedos una larga pluma de ganso cuya punta se sumergía en el frasco de tintero negro.

- No puedo evitar que mi corazón sienta… -

Comenzó a escribir lentamente, sin prisas, con una sencilla caligrafía. De repente se detenía; ponía un rostro pensante como si estuviera midiendo las palabras que deseaba plasmar. Para ella era muy difícil saber si era correcto lo que estaba haciendo, pero sus sentimientos se impusieron, más que su resistencia a negarse. Terminó cuando la posición de la luna en su fase menguante estaba a mitad de la bóveda celeste, era medianoche. Con sumo cuidado fue enrollando los dos papeles y cada uno los sujetó con un listón de diferente color: verde y rojo, pues otro impulso le llevaría a hacer algo más…

Se incorporó y suavemente, apretando contra su pecho los rollos, casi en puntillas regresó a la habitación donde dormían los demás. A pesar de la penumbra del lugar, logró distinguir entre los bultos envueltos que se hallaban en el suelo la figura de Sikoth, muy cerca del camastro donde reposaba su hermano. Se acercó a él cuidando de hacer un ruido. A un paso de él se detuvo, dejó pasar los segundos. Quería asegurarse que estuviese completamente dormido, cosa que comprobó al escuchar su respiración tan relajada. Intentando no despertarle, la muchacha sonrojada y sorprendida de si misma por la cursi niñería que estaba haciendo, deslizó uno de los rollos entre los brazos de él, el del moño verde.

Ese chico había sido tan protector con ella, por nada del mundo se había separado de su lado…La confesión de amor que él le había dado le inyectó a su vida un giro completo. Era como el aire que respiraba… Por un momento se quedó absorta, contemplando las facciones del muchacho, sobretodo sus párpados…adivinando los enigmáticos ojos negros entre las sombras.

Cerró ella sus propios párpados y un par de lágrimas inundaron su rostro en un opresor silencio. Recordó una a una las palabras que había escrito, quería mantenerlas intactas para siempre en su memoria pues aunque había decidido decirle lo que ella sentía a través de un escrito quería decírselo cuando estuvieran solos...igual por si a Sikoth se le olvidará, ella quería recordárselo.

Sikoth:

“Tengo algo muy importante que decirte…No sé si este sea el modo correcto para hacerlo pero hay pasado muchas situaciones que me hacen creer que es la única manera.
Si no hubiese escuchado de tus labios el que me querías, jamás hubiera podido darme cuenta de lo que siento, aunque también la clase de ser desconocido que soy, que esta exiliado de la luz y la oscuridad me sumió en profusas dudas. Pensaba confesártelo antes de partir para Celes, en la tercera luna nueva al encuentro de Calik…Sin embargo, nada augura que salga con vida después de afrontarlo… Pero creo que sería más tonto y poco maduro de mi parte el tener que esperar hasta el último momento, cuando tal vez ya no tenga la fortaleza o el tiempo suficiente para decirte lo mucho que significa para mí el haberte conocido. Sikoth, me… me gustas mucho y no sólo eso. Tal vez te parezca una locura de inexperta adolescente y no tenga base alguna para justificar lo que siento…No sé que vaya a suceder y no tienes que decirme nada, pero me he dao cuenta que…yo…yo…te amo…
Has velado mi sueño, me has procurado cuidado…ahora es mi turno en hacerlo, Sikoth…no permitiré que te dañen, te protegeré”

Tyra