viernes, 25 de noviembre de 2011

Capítulo 3. "Camino de nueces y chocolate"

Capítulo 3. Camino de nueces y chocolate.

-¡Veo luz, veo luz!

Casi me iba de espaldas por la emoción y no era para menos. Habíamos pasado varios días e interminables noches que se hicieron semanas enteras compartiendo sinsabores, tristezas y tragos amargos. El túnel en donde nos hallábamos atrapados era difícil que entrase siquiera un poco de los rayos del sol. Casi siempre en nuestras cabezas gobernaban las tinieblas.

-Golondrina, te vas a caer.- Me advirtió el Dragón un poco tarde pues los grises ladrillos estaban húmedos, muy lisos y por la exclamación que solté, así por la debilidad que aún resentían mis alas, resbalé y caí al vacío.

-¡Ay!

¡Pum! Se escuchó muy quedo. Abrí lentamente los ojos y me los froté. Me levanté y comprobé con mis pequeñas patas que había aterrizado sobre la barriga del Dragón. Con razón no sentí dolor cuando choqué con algo suave.

-¡Gracias Dragón!- Fui dando de brinquitos sobre el vientre plateado.- Si no hubiese sido por ti me hubiera convertido en puré de pollo.

-O de humano.- Dijo el Dragón, algo divertido.- Menos mal que estabas en tu forma de Golondrina que si no…

Reí por el comentario de mi compañero. Era verdad que también estaba de mejor humor que en días pasados. El escucharle con más ánimo me hizo sentirme también un poco más fuerte. Era también que las heridas continuaban haciendo mella en nuestros cuerpos y su interior, pero su risa me parecía que un viento agradable refrescaba todo de mí.

-Quisiera intentar subir de nuevo.- Comenté batiendo las alas con cuidado. El Dragón movió la cabeza inquisitivamente.

-¿Tan tenaz eres? Llevas días intentándolo…

-Un poquito solamente, sí.- Volví a sonreír.- Oye, que no quiero que la tripa más chica se coma a la más grande. Ya me acabé las semillas que traía conmigo.- Palmeé mi estómago que estaba rugiendo como si tuviese una manada de leones hambrientos dentro.- No sé tú pero yo tengo mucha hambre, más grande que de lo que mido. Imagino que la tuya ha de ser monumental por más dragón que seas y hayas aguantado tanto tiempo sin probar bocado.

El Dragón soltó una pequeña carcajada y entornó sus ojos.

-Sí, tal vez tenga algo.

-Uhm. Si salgo prometo traerte algo. Algunas bayas, hierbas, frutos secos…- Al decir esto, él comenzó a reírse con más estruendo.

-Esa dieta es un poco difícil de llevar por seres como yo.

-Ah pues…yo no sé que coman los de tu clase.- Volví a dar otros saltitos y me posé sobre su frente ladeando mi cabecita con interrogantes.- ¿No te gustan las hierbas?

-No soy conejo.

-¡Oye! – Fruncí el ceño algo sentida y crucé mis alas sobre mi pinto pecho.

-Perdona, perdona.- Me enseñó toda la hilera de sus dientes en una mueca de sonrisa y disculpa.- No quise ofenderte, solamente que no estoy acostumbrado a comer esa clase de…alimento. Soy más carnívoro que los mismos felinos.- Al decir lo último vislumbré una sombra de tristeza fugaz que pasó por sus pupilas.

-No tiene nada de malo.- Dije dándole de toquecitos con mi pico para animarlo. Ya me daba cuenta cuando él se ponía melancólico y yo no quería verle así. Me gustaba más verle sonreír.- Mira, yo no soy tan grande ni tan fuerte para traerte un rebaño de ovejas o un lechón porque no puedo con él, pero si te traigo algunas frutas y verduras… ¿prometes comerlas aunque sea un poquito? Debes ponerte fuerte para salir de aquí.

Él volteó a mirarme y haciendo un esfuerzo, me contestó un poco más alegre, asintiendo.

-Te prometo que si caes, yo estaré aquí para levantarte.

Sonreí. Me sentí muy contenta, mucho, como nunca me había sentido antes pues sus palabras destilaban sinceridad y eso desde hace mucho me hacía falta.

-Bueno, entonces ayúdame de nuevo por favor.- Abaniqué mi cola y miré hacía arriba, intentando calcular como podría alcanzar la boca del pozo.

El Dragón intentó incorporarse mientras yo me posaba entre sus fosas nasales. Sentía su respiración, un aire calientito que salía de su interior. Cuando noté que ya no podía levantarse más por el dolor de sus cortes en el pecho y su espalda –en donde tenía claramente la marca de la empuñadura de una daga- Dí unos brincos para poder impulsarme hacía arriba.

Hicimos varios intentos, de las cuales la mayoría de las veces volvía a irme de bruces al fondo del pozo, pero siempre el Dragón de Xián amortiguaba mi caída. A veces quise darme por vencida, sin embargo al ver que Él me ayudaba soportando su gran dolor, me di cuenta que lo que quería hacer no era solo por mí, sino por él…por los dos.

Estaba exhausta pero continúe, tenía que luchar…fue entonces que en una de esas pude brincar más alto y antes de volver a caer en picado batí mis alas oscuras y fui alcanzando altura. Poco a poquito, a veces yéndome de lado, a veces chocando con las circulares paredes, logré ir subiendo.

-Tú puedes, Golondrina. Puedes volar- Escuché a mi amigo animarme. Eso me inyectó más energía sin darle importancia al ardor que sentía en mi garganta. Igual debo confesar que tenía mucho miedo en salir de ahí porque el zorro estaba en alguna parte…ahí afuera…en el exterior, igual mi padre el Buitre que estaría, tal vez buscándome para darme el castigo de mi vida... Pero la voz del Dragón por un momento me hizo vencer ese miedo.

“Yo puedo, yo puedo” Me dije a mi misma a la par de lo que me decía el Dragón.” Además hice una promesa, ¡tengo que poder!”

Dejé mi figura de Golondrina y me quedé como una simple muchacha semidesnuda. Divisé el cielo y supuse que el atardecer estaba ya cayendo. Una brisa fría me congeló hasta los huesos. Pronto se haría noche y los animales carroñeros estarían acechando el sitio. Debía darme prisa.

Encontré, muy cerca a la boca del pozo, una bolsa verde tejida que me había dado mi madre la Paloma como regalo de cumpleaños y que traía conmigo antes de que el Zorro me hiciera trizas…Suspiré con fuerza e intenté contener la tristeza, apreté los puños y aspiré el aroma de las pocas flores que crecían entre las matas de hierba bruta. Inmediatamente la recogí, la sacudí para quitarle la tierra y busqué dentro de ella. Solté un murmullo entre agradecimiento y decepción. Dentro quedaba un vestido blanco con polvo, una cantimplora vacía y dos barras de chocolate dentro de su envoltura. Con eso no apagaría nuestra hambre, así que, después de ponerme el vestido, me dediqué a explorar tratando de ir no muy lejos para no perderme en esas tierras extrañas y que tontamente fui a explorar sin compañía de nadie, solo del zorro traicionero…

“Pero…en estas tierras pude encontrarme y conocer mejor al Dragón.” Me dije, animándome, pensando que siempre detrás de la oscuridad hay una perlita de luz. Un por qué a ese dolor tan desgarrante.

El camino esta repleto de piedras y seca tierra por lo que me hice otros cortes nuevos en mis pies, pero poco me importó. Me encontré con un árbol repleto de nueces. Busqué si no había ardillas por el sitio pues me parecía que si las tomaba sin permiso dejaría a las pobres sin poder comer. Estaba hambrienta pero no podía hacer esa acción tan vil. Al no encontrar ningún rastro, comencé a acopiar los frutos secos, contenta e intentando tararear alguna canción. Pocas notas salieron de mí.

“Poquito a poquito. El Dragón me dijo que si practicaba y dejaba sanar bien mis heridas, podría volver a cantar.” Sonreí.

Pronto encontré también un arroyuelo del cual pude llenar mi cantimplora; junto a él varios colibríes revoloteaban sobre un ramaje lleno de flores coloridas y tupidas. Me acerqué a ellas, me saludaron con afecto y sin contar mucho notaron que no era de esas tierras, así igual que tenía rasguños recientes y mi rostro fatigado, sediento y lleno de hambruna. Uno de aquellos pajarillos, quien dijo ser el que protegía a los colibríes, se convirtió en un hombre anciano de cabello blancuzco y largas barbas, me obsequió su ración de néctar después se escuchar un poco de mis penas.

-Un poco de ayuda para una hermana de los vientos.- Dijo dándome también una porción generosa de moras dulces y señalándome donde podría encontrar más alimento.- Y más siendo alguien quien ha sobrevivido a la caída en el Pozo de la Traición. Somos pequeños pero entre nosotros, los hijos del aire siempre habrá hermandad y comprensión. Noto que aún te falta mucho por superar ese dolor que carcomió tu alma. Mucho de ese camino debes superarlo por ti misma, primero debes curarte, eliminar tu tristeza y rabia así como pasar otras pruebas y perdonar. Pero nunca olvides que no estás sola…- Dicho esto me abrazó mientras yo lloraba llena de gratitud pensando que ese señor tan amable me recordaba a mi amada abuela que tanto añoraba.

La extrañaba, igual echaba de menos a mi mamá Paloma y a mis hermanos. ¿Cómo estarían ellos? Tenía tantas ganas de abrazarles, de cobijarme entre sus cálidas plumas…es cierto que deseaba con tanto ahínco volver a mis tierras, pero el señor Colibrí tenía razón. Además, alguien estaba aguardándome, sufriendo lo mismo que yo…

Después de dar las gracias, me apresuré a seguir recolectando bayas y despidiéndome de los amables colibríes regresé al pozo cuando salía la primera estrella nocturna.
Cuando regresé al lugar donde hace tantas semanas el Zorro me lanzó, al querer bajar, una oleada de terror volvió a sacudirme. Mis pesadillas volvieron y recordé con nitidez como él se había deshecho de mí. A lo lejos escuché el ulular de los búhos y el aullido de los lobos… La oscuridad de ese pozo no me gustaba nada pero…tenía que volver. El Dragón me esperaba.

Me posé sobre la entrada, aleteé un poco y comencé a bajar, pero sin querer mi cuerpo se paralizó y me fui de pico. Por un momento las plumas de mis alas fallaron, tampoco el peso de la bolsa me ayudó. Quise asirme de las paredes pero si lo hacía de seguro estropearía lo que llevaba, igual no pude gritar. Apreté los párpados y levanté mis patitas. Rezaba por que el Dragón se percatara de mi presencia. Pasaron los segundos volando y yo seguía cayendo, cayendo. En eso escuché la voz de mi amigo el Dragón y entonces abrí muy bien mis ojos y pude ver una mano me atrapaba como si fuese una pelota de goma, pero fue con mucha sutileza…Espera… ¿una mano? Volteé hacía arriba, muy extrañada intentando orientarme y buscando la garrafal figura de dragón que ya había memorizado. Pero para mi sorpresa no estaba Él, al menos como lo había conocido…

-¿Estás bien, Golondrina?- Me preguntó algo preocupado. No cabía duda que era el Dragón, pero aún así no salía de mi sorpresa. Lucía tan distinto pero no menos poderoso.

Ya no lo veía de ese tamaño tan descomunal, si no que lo miraba mucho más pequeño, muy diferente…lo vi como un humano. La poca luz de sol que daba me hizo poder vislumbrar un poco su cabello que era castaño, ondulado, bonito…la piel de su rostro era blanca y estaba tapizada por una abundante barba y un bigote que coronaba unos finos labios. Me costó trabajo enfocar sus ojos pues estos se encontraba ocultos detrás de unas gafas de oscura pasta pero lo poco que vi me parecieron penetrantes y llenos de misterio. Se veía en verdad tan erudito pero a la vez tan dulce.

-¿Golondrina?- Me volvió a llamar mientras con su dedo índice se posaba sobre mi pico. Fue entonces cuando reaccioné y me puse de un brinco, algo avergonzada.

-Estoy bien.- Dije intentando ocultar mi sonrojo. No era tan difícil por el color de mi plumaje, al menos eso creía.- Gracias por salvarme de nuevo, Dragón.

-No tienes que agradecer.- Dijo con amabilidad mientras me ponía sobre el suelo y él se sentaba a mi lado. No veía bien como iba vestido, pero escuché el roce de telas que abrazaban su cuerpo.- Me reconociste…

-Eso es fácil. Tienes una voz peculiar y muy varonil. Me gusta.- Noté que sus mejillas se le ponían coloradas y miraba hacia otro lado. Entonces sentí de nuevo vergüenza.- Perdona, no quería ofenderte. A veces soy muy lengua larga y hablo de más.

-No, no me ofendiste, al contrario.- Volvió a mirarme y sus labios bonitos me sonrieron mientras yo me acicalaba las plumas y pasaba la tira del zurrón por encima de mi cabeza para dejarla en el piso. Él me había ayudado también con el peso de la bolsa. Después se puso serio- Volaste muy bien y se ve que conseguiste algo para comer…pero… ¿Por qué volviste a este foso? Bien podías ir a casa, Golondrina.

La pregunta me hizo echarme para atrás, alcé el cuello y le miré directamente.

-Por que soy alguien quien cumple sus promesas, igual que tú.- Al decir eso, en un abrir y cerrar de ojos volví a mi forma humana y me acomodé a su lado mientras, sin mirarle, comenzaba a vaciar la bolsa tejida. No estaba segura si el Dragón podría verme bien pues otra vez ya no había mucha luz- No podía dejarte solo y hambriento, ¿ne?

Él se quedó en silencio. Sentí que cavilaba e igual que me perforaba con sus ojos. Cuando acabé de vaciar mi zurrón, le enseñé lo que traía conmigo y le platiqué mi encuentro con los colibríes al igual le ofrecía disculpas por no poderle lo que a él le gustaba.

-Te prometo que mañana saldré más temprano y buscaré algo para ti. Algo de carne - Le dije volviendo a mirarle de frente.- Le preguntaré al señor Colibrí si sabe como puedo conseguirla.

-Tienes los ojos rasgados, muy bonitos…como de egipcia.- Fue lo único que me dijo, con una sonrisa por delante y que me hizo ponerme colorada.

Nadie me había dicho algo así. Con nerviosismo rompí la envoltura de uno de los chocolates y estrujaba unas hierbas curativas que había encontrado y que le había dicho que servirían para seguir sanando sus heridas.

No supe que contestarle, solo me reí mientras le metía un pedazo de chocolate en su boca para que lo saboreara…

-Nuestro camino es como un chocolate…a veces duro, a veces amargo… otras veces es dulce y placentero. Lo que me dices son estas últimas cosas. Gracias, Dragón…- Le mostré los frutos secos.- Creo que lo mismo pasa con éstas. Son duras por fuera pero su fruto es delicioso. Yo no sé partir nueces… ¿me ayudas?

jueves, 24 de noviembre de 2011

"Sangre de Dragón y Lágrimas de una Avecilla"

Capítulo 2. "Sangre de Dragón y Lágrimas de una Avecilla"

La noche estaba fría...no había una estrella en el firmamento. Al menos no había una que brillara para mí e igual manera era difícil ver alguna desde ese pozo...Pero por uno momentos no me importó pues la voz cálida del dragón hacía que me olvidase unos momentos de aquella gelidez y oscuridad que aturdían mi corazón más que mi cuerpo.

-Pequeña Golondrina. ¿Qué haces aquí?- Escuché al dragón dirigirse a mí con cierto esfuerzo después de haber tosido secamente un par de ocasiones y haberme saludado después de las risas. A pesar de que no podía ver nada, salvo la sombra de su silueta, pude saber donde se encontraban sus ojos.

Bajé la cabeza, avergonzada. ¿Cómo podría decirle que el ser a quien había confiado mi vida me había arrojado a la profundidad de ese foso que tanto miedo me había causado? Además, poco lo conocía pero tenía ganas de hablar y él me inspiró confianza. ¡Que raro!…yo confiando después de lo que me había pasado…

-Yo...desobedecí a mi abuela y ahora estoy pagando el precio de no haber escuchado sus sabios consejos.- Suspiré profundamente y volví a dejar caer el mentón sobre mi pecho muy avergonzada. “Bien, ya la he hecho, ahora ha de pensar mal de mí este ser tan sabio.”

El Dragón exhaló, sacando un poco de aire caliente de sus fosas nasales. En parte ese ruidito parecía denotar que estaba cansado y por otra sentí comprensión.

-De los errores se aprende.- Dijo él por un momento. Guardó silencio por un momento como si meditase lo que iba a decir a continuación.- Creo que puedes arreglar el error que cometiste ¿no?

-Algo difícil, por no decir imposible.- Respondí con tristeza meneando la cabeza negativamente.

Mi acompañante volvió a soltar un suspiro, más hondo que los anteriores que incluso me hizo temblar. Sin saber por qué, alcé uno de mis brazos con cierto esfuerzo e intenté tocarle.

-Dragón.- Le llamé, me sentí preocupada al escuchar que su respiración estaba entrecortada.- ¿Qué te ocurre?

No respondió inmediatamente, a cambio de ello sentí que mis cabellos se despeinaban de nuevo por las exhalaciones que emitía. Saqué fuerzas de la flaqueza y olvidándome un poco de mi propio dolor me puse de pie y logré alcanzarlo. Al tocarle sentí que algo húmedo y pegajoso se adhería a la palma de mano. Palpé un poco más y sentí los pliegues de carne abierta. Las perfectas escamas estaban descarnadas y algunas despedazadas.

-¡Señor Dragón!- Solté un grito ronco al asegurarme que tenía una herida parecía a la mía, solo que más grande, más profunda y sangrante. Con la ayuda de mis manos adoloridas y que le recorrían, noté que iba desde la garganta hasta su pecho.- ¡Está gravemente herido!

Retiré las palmas de él y me retorcí los dedos con nerviosismo. ¿Qué podía hacer? Tan solo era una pobre, débil y desgarrada Golondrina que no podía ni con su propia alma. Me asusté más al notar que el cuerpo del Dragón era mil veces más grande que yo. Me angustió de sobremanera al verle agitado y luchando por respirar. Necesitaba que le ayudase a que dejara de sangrar.

Me rompí los pocos trapos que traía encima. Con esfuerzo formé unos paños y sudorosa busqué algo para poder limpiar la sangre. Pero recordé que no había nada más en ese pozo que él, yo, un suelo frío y un charco formado por el agua de mis lágrimas…

Humedecí los trapos con esa agua y poco a poco, en la oscuridad, fui colocándolos en donde estaba más profunda la herida, limpiaba la sangre con la humedad y volvía al charco para enjuagar. Iba y venía sin parar. A veces sentía que el Dragón se estremecía de dolor por el contacto del algodón. No sé cuánto tiempo estuve en esa tarea que parecía interminable pues el tamaño descomunal del Dragón superaba con creces a la mía. Los dos estábamos exhaustos, pero no me importaba, de alguna manera quería ser útil…ser lo contrario a lo que me decía mi padre el buitre.

“Tú no sirves para nada.”

-Perdóname, quisiera hacer más por ti.- Murmuré bajito poniendo de nueva cuenta los paños e intentando sacarme aquella voz tétrica. Sentía que se me doblaban las piernas.- Si tan solo pudiese volar y traer algunas hierbas curativas…

-Tus lágrimas son saladas pero cálidas.- Dijo el Dragón alzando un poco la cabeza, sorprendiéndome y no dejándome caer de nuevo en la tristeza.- Me están ayudando…gracias…- Y volvió a recostarse.

-Dragón.- Le llamé con algo de rubor en la cara sin dejar de pasar lo hilachos de tela. No sabía si debía cerrar la boca o preguntar, pero mi naturaleza curiosa me hizo querer hacerlo así como la forma como él estaba- ¿Quién…quién te hizo esto? ¿Por qué antes de verte escuché el maullido de una gata?- Sentí que estaba siendo muy descarada y tontamente cotilla. Me disculpé- ¡Lo lamento! No respondas si no quieres pero tú, siendo tan magnífico, tan poderoso…se me hace injusto que estés en este lugar tan lúgubre y triste…

El Dragón de Xián, volvió a inhalar y exhalar con fuerza, aún con dificultad antes de responder:

-Pequeña Golondrina, si no te importa, te contaré una historia …Mi historia…

Lenta, quedamente, el Dragón comenzó un relato largo pero pausado. Me limité a escuchar, a comprender mientras seguía con mis pequeñas manos limpiando todo coágulo del plateado cuerpo, de vez en cuando usando mis cabellos para enjuagarle. En unas partes de su narración, al Dragón se le cortaba el aliento y parecía que no podría continuar más, pero valiente como era, continuó hasta el final.

Sentía que se me encogía el corazón en unas partes del relato, al menos los pedazos que me quedaban. Más cuando supe que aquella excelsa criatura que estaba posado a mi lado…tenía el mismo mal que yo padecía…

“El Dragón quería mucho a una hermosa Gata. Muchísimo. La había conocido en un reino que no estaba tan alejado del suyo. Parecía que tenían mucho en común y en poco tiempo ambos se enamoraron uno del otro. Para el Dragón, todo su mundo se comenzó a estructurar alrededor de ella, incluso a tal punto de dejar sus tierras para irse a las de ella y vivir juntos en un precioso y nuevo Palacio, junto a dos grandes amigos suyos: El Semielfo y al Samurai. Por muchos años todo parecía ser felicidad y todo marchaba viento en popa.

Sin embargo, todos tenemos un lado oculto, y el lado oculto de la Gata empezó a mostrarse, haciendo que el Dragón tuviese un gran dolor en el alma. Los gustos del Dragón estaban fuera de los de la Gata y ella intentó cambiarlo. Intentó cambiar sus gustos, sus pensamientos, su forma de ser... Intentó cambiarle incluso de Religión. Pero al final, cuando la Gata pensó que lo tenía controlado, encontró otra diversión, un Perro que sabía cosas que el Dragón no sabía, y que simplemente era "diferente" a lo que el Dragón le había dado.

La decisión de la Gata fue rápida, y aunque el Semielfo asegura que fue dolorosa, no pareció dolerle en absoluto cuando le clavó el puñal a la espalda del Dragón y lanzarlo a un pozo profundo de dolor y olvido, a las manos de la Pálida Dama y al túnel de la traición.”

-Tal como a mí me arrojó el zorro…y también vino a mi la Señora Blanca- Sollocé un poco después de que el Dragón terminó. Pero me guardé las lágrimas, tragándomelas. No quería ponerle de peor de ánimo. El Dragón volvió a alzar la cabeza, sentí que lo hacía con cierta sorpresa e incredulidad.

- Golondrina…¿A ti también…?

-Sí…- Me quité una perla acuosa de uno de mis ojos y me senté de nuevo en el frío suelo, frotándome los pies desnudos.- Es irónico ¿no? .- Los labios me temblaron y comencé a contarle también mi triste historia sin pedirle permiso.

Pasaron los minutos, una hora…dos…el tiempo pasaba pero a la vez se congelaba. El Dragón escuchaba atentamente y sabía aguardar cuando a mí se me cerraba la garganta y me echaba a llorar como una cría. Pasó un largo rato cuando terminé de contarle y que limpiase la nariz con un pequeño estruendo.

-Golondrina.- El Dragón plateado hizo una pausa antes de proseguir. Tenía un tono dulcemente comprensivo.- Toma un poco de mi sangre, por favor y úntala en las heridas de tu pecho.

-¿Tu sangre?- Le miré de hito a hito, sin comprender.

- Me has limpiado mis heridas con las perlas de tus ojos, permíteme curar las tuyas con la sangre que emana de mí. Tal vez no se curen totalmente pero al menos ambos han surgido por el mismo sufrimiento…Por favor, confía en mí.

Sin preguntar más, asentí.

-Confío en ti

Tomé con las yemas de sus dedos un poquito de la sangre que aún manchaba las escamas plateadas y me la puse con cuidado en mis propios cortes…Inmediatamente sentí mucha calidez y cierto alivio. Pero también sentí algo conocido. Y por un momento dejé de sentir ese peso en mi alma, el ancla de la soledad.

-Al menos, por el momento no estamos ya tan solos ¿ne?- Sonreí tenuemente hablando más para mí misma de forma jovial.-Es un placer tener a alguien a quien poder hablarle y escuchar aunque sean tristezas.

-Como un compañero de aventuras.- Contestó el Dragón con cortesía y haciendo un amago de sonrisa, enseñando la sombra de sus colmillos que no me asustó.

- Y desventuras.- Completé. Sin saber porque algo me impulsó a poner mi mano en su propio pecho desgarrado y dije con tono neutro.- Dragón, yo sé que no te conozco mucho y que tú no me conoces pero te prometo que yo…Nunca te voy a traicionar….

En eso, algunas motas de agua salieron como hilillos de los ojos del Dragón y yo, sin más palabras, me acerqué para abrazarle, al menos una parte de él.

Y por un momento, la luna salió, apareciendo en lo alto del pozo y nos iluminó tenuemente. Era buena señal, una pálida luz en aquella oquedad.

martes, 18 de octubre de 2011

Luna de Octubre

Dice una canción por ahí que llegué a escuchar de pequeña: "La lunas, pero la de octubre es más hermosa." Y es cierto, el cielo se engalana con su hermosa luz a veces amarillenta, a veces plateada y con ella trae alegría a la tierra.

En noches pasadas la he contemplado, el 11 de octubre fue luna llena e iluminaba con paciencia y con silencio a quien la miraba. Yo la veía y recibía su tierno brillo, cuando lo hacía yo llegaba a pedir que me transmitiera su serenidad.

Ha sido un mes problemático, raro, curioso, a veces triste...pocos de los que me conocen se han enterado que la he pasado mal. Problemas en casa, la misma historia de que los padres no te entienden, vuelven las ganas de echarte a llorar y salir corriendo para no volver, los problemas económicos...pero ante todo siento que el tiempo pasa muy rápido.

Hoy que venía de una entrevista de trabajo, al regresar por el metro y subía sola por unas escaleras eléctricas parecía que el túnel se me hacía cada vez más pequeño y los escalones me llevaban rápido a la cumbre...sentí mareo y un poco de miedo que hasta me hizo regresar al escalón de abajo sin dar la espalda a lo más alto...y así lo hice un par de veces...fue cuando entendí ese concepto del tiempo que por más que quería regresar no podría, igual las oportunidades...

Siempre he creído en un Dios, más no en una religión...Siempre he imaginado a "Papá" riéndose cuando pienso, escuchándome cuando hablo conmigo misma, cuidándome de mis pasos para que nada malo me ocurra, consolándome cuando me siento triste y cuando le reprocho por que me salen las cosas. Hoy he entendido que me ha dado oportunidades y no dependen de Él, si no de mí en llevarlas a cabo. Nada es fruto del azar o destino, debo levantar las manos y luchar por lo que quiero.

Tal vez no pueda cambiar a mi padre, pero yo sí. Debo empezar a ver por mi misma, cuidarme, salir adelante y luchar para obtener todo lo que anhelo. Nadie dijo que sería fácil, muchas veces me tropezaré y me caeré, pero tengo motivos suficientes para levantarme y volverlo a intentar. Sé que muchas situaciones me dolerán y me querrán hacer a un lado...pero tengo que poder, si he podido antes ¿por qué no ahora? Hoy que alguien me ha preguntado qué es lo que en verdad quiero para mí me hizo plantearme seriamente todo esto. YA BASTA de sufrir, YA BASTA de escuchar calumnias, YA BASTA de decir "No puedo", YA BASTA de soportar humillaciones, YA BASTA en echarme atrás a último momento. Quiero superarme, quiero vivir dignamente de hoy en adelante, ante todo me he animado por que tengo a alguien por quien luchar también.

Sé que mis esfuerzos serán ante todo por mi bienestar y sé que no estoy sola. Después de tanto buscar, de tanto llorar y sufrir...de pensar que me quedaría andando por este camino de piedras sin nadie a quien tomar de la mano, me dí cuenta que "Alguien" o "Algo" me puso a la persona que más amo en el mundo: Miguel.

Extraño, fascinante, confuso, bendito...no sé como definir mi encuentro con él. Después de aquella llamada madrugadora (que me encontraba fuera de casa, sola, sin nadie y con ganas de no volver a despertar) apareció él...me llamó entre la oscuridad...tal vez he sido débil y aún sigo siéndolo, pero sin no hubiera sido por Miguel, mi ciclo de vida estaría estancada en este momento. Por ello, gracias...GRACIAS a quien le hizo que me llamase y gracias a tí por tu hermosa luz, mi amor, que fuíste por mí y me sacaste de ese pozo tan profundo donde había caído.

Eres mi inspiración, mi pilar, mi complemento...Sé que nadie debe depender de nadie, y no dependo de tí, simplemente TE AMO por lo que eres, no por necesidad, sino por amor.

NO TE AMO PORQUE TE NECESITE; TE NECESITO POR QUE TE AMO.

Confío en tí. Sé que al igual que yo comenzarás a librar tu lucha interna, contra el miedo, contra la adversidad. Habrá una batalla campal en nuestros hogares. Es cierto que muchas veces nos invade la nostalgia de no poder haber tenido una casa llena de paz y armonía, nos hizo falta cariño, unión...pero siento que a raíz de estos sinsabores, tú y yo construíremos nuestro futuro con pilares sólidos, sin raíces podridas por que las arrancaremos. No caeremos en la tontería de decir o actuar igual al los que nos hizo sufrir y que nuestros pequeños sufran lo mismo que nosotros.

Ahora hay que aguantar un poco más, intentar no toparse con la misma piedra, sino rodearla...pero sé que tarde o temprano ese dolor se irá y cuando estemos viejitos o no tanto, comprenderemos el por qué nos sucedió a nosotros pero lo tomaremos con humor. Ante todo, ahora, te prometo que lucharé por vencer mis demonios internos para poder enfrentarme a mis mas grandes temores, trabajaré, estudiaré más y más para tener las armas y que tú te sientas orgulloso de tu futura esposa, igual yo me sentiré orgullosa y dejar un legado firme a nuestra descendencia. Ese es mi sueño: Estar contigo siempre, en lo bueno y en lo malo.

Siempre estaré para tí para darte aliento, para darte ambas manos cuando caigas, te daré mis oídos y mi mente para escucharte, te doy mi corazón para consolarte, lo poco que sé para compartirte...por que no eres mi media naranja pues no eres media persona, eres UN SER entero, que siente, canta, respira, llora, ríe y ama...el SER QUE AMO.

Yo sé que lucharás por tu cuenta mientras estemos en esta espera, anhelando el momento que volveremos a estar juntos. Eres un ser maduro, centrado, maravilloso...confío que seguirás tus estudios y serás ese Dr. Miguel Ángel Molina en un futuro. Te ayudaré a construir el camino de ese sueño...es cierto que los sueños son frágiles, como seda, como terciopelo...pero depende de tí que se haga firme, sólido y realizable. Nunca dejes tus sueños atrás, aprovecha las oportunidades. Sé que tal vez en momentos dados te de miedo y quieras abandonar el barco...yo te comprendo pero debes entender (al igual que yo) que todos siempre hemos tenido miedo alguna vez y si has luchado contra la Dama, contra las angustias, contra monstruos en tus historias y en la vida real, sé que podrás con el ángel del miedo por que tú NUNCA ESTARÁS SOLO. Te lo juro.

Para lograr todo esto, quiérete, ámate, confía en tí. Así como tú me pides que confíe en tí, díselo a alguien más importante: A tí. Párate en un espejo, o mira tu reflejo en el agua y dí: Confía en tí, Miguel. Confío en mí mismo. Si los demás se burlan, si los demás te dicen que no vales ya sea con palabras o con hechos, haz lo que te dice mi abuela: Mándales bendiciones o prácticamente a la chingada, pero ante todo perdónalos por no saber lo que hacen, que solo viven criticando antes de mirarse ellos en ese mismo espejo de la vida. Cuando te sacudas esos miedos, la Dama no volverá, nadie tendrá el poder de herirte y tú serás inmensamente feliz. No dejes de amar a los tuyos, perdona y ve para adelante. Nunca cargues con culpas, remordimientos, envidias, odios o demás que te contaminen. Creéme que cada uno,a su manera, paga lo que hace en esta vida. No es castigo divino, no hay tal, son las cosechas que uno recoge de su tierra, de sus pies, de las semillas que cultivaste. No te falles a tí mismo para no fallarle a nadie.

Te amo, mi ser más importante. México te estará esperando, cuentas con mi apoyo, mi ayuda, pero sobretodo mi amor sincero.

No te sientas solo, habla, pelea, escribe, dibuja, aspira el aroma del mar, ve la luna...así como la veo yo y pienso en tí, siempre, siempre...eres parte del motor de mi vida, mi anhelo, el hombre de mis sueños que tanto busqué hasta que alguien me llevó a tí.

TE AMO: MIGUEL ÁNGEL. TE AMÉ EN OTRAS VIDAS, TE AMO EN ESTA Y TE AMARÉ EN LAS QUE SIGUEN.

TUYA SIEMPRE.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Caída y Despertar.

-¡Zorro! ¡¿Por qué me dejas aquí, zorro?!

Sollocé. Cada vocal que hacía eco en aquel lugar oscuro se me atoraba en la garganta a causa de las lágrimas. Sentía mi pecho húmedo, caliente...mi corazón latía a mil, pero no era por gozo, sino un profundo dolor que me cercenaba tanto de adentro y afuera. La sangre fluía con lentitud y caía por todo mi cuerpo.

-¡Zorro!

Le llamé de nuevo, aún resguardando esperanzas en alguna parte de mi ya derruido corazón. No hubo respuesta, solo sus aullidos que, por la distancia supuse que se alejaba cada vez más de donde me encontraba; pronto solo éramos el silencio y yo, la única pareja en aquel pozo. Aguardé unos minutos, mis pequeños ojos estaban atestados de agua salada. Con dificultades alcé una de mis alas para poder secarme, pero la herida que me carcomía me lo impidió.

-¡Ay!- Me quejé, aspirando hondo sintiendo el punzante frío que me congelaba la espalda- Me duele mucho...Y aquí está muy oscuro, tengo miedo.

Y me volví a echar a llorar, temblando. En eso, la imagen majestuosa de mi abuela, la anciana y sabia halcón apareció entre las brumas de mi inconsciencia. Ella me lo había advertido: "El zorro solo quiere ganarse tu cariño, tu amor y tu confianza para arrebatarte el tesoro que el Fénix te ha confiado. Mi niña, no vayas a las tierras del zorro...Puede ser una trampa."

-Qué razón tenías, abuela...-Me susurré a mí misma, sintiendo que me faltaba el aire al sentir de nuevo como las punzadas que provocaron las fauces del zorro hacían mella sobre mi piel herida.- Perdóname por haberte desobedecido. Estoy tan arrepentida...Sé que cuando sepas que he venido al reino del zorro sin tu permiso te avergonzarás de mí…no me quitó el tesoro pero por ello ya he pagado…mi Papá Buitre tenía razón…soy una desgracia para la familia…

Intenté girarme de nuevo atacada por una crisis de lagrimones e hipos. Si seguía boca arriba acabaría por ahogarme. Chasqueé mi pico y con terribles dolores pude ponerme de lado; así las lágrimas comenzaron a fluir más ligeramente hasta caer sobre el helado fondo de piedra. Mi ahora cama, mi ahora tumba…Lloré y lloré…nadie sabe en donde me encuentro ahora y pronto moriré…Hubo un momento que dejó de importarme, tal vez si moría de una buena vez, dejaría de sentir pronto lo que me estaba desgarrando por dentro. Al pensar esto me pareció escuchar una cruel carcajada que resonaba cerca de mis oídos. Reconocí a quien pertenecía…ya muchas veces antes la había escuchado…antes me daba mucho miedo…mi madre, la paloma, me había protegido de ella con sus hermosas y puras alas blancas cuando una vez caí enferma y en otra ocasión cuando un hermoso oso me pisó sin querer y me hizo mucho daño.

-Mamita… ¡ven por mí!

Pero, mi mamá ahora no estaba…ni el águila, ni el cardenal…mis hermanos. Estaban a cientos de kilómetros lejos. De nuevo, todo volvió a ser oscuro y sin sentido.

-Quiero que acabe de una vez.- Pensé en voz alta después de una pausa entre mis sollozos, dispuesta a dejarme llevar por la dueña de la risotada.-Quiero que me lleves…

La risita sardónica volvió a cobrar fuerza. Entre los nubarrones de mis ojos, perdidos en algún punto de aquel tétrico pozo, me pareció ver que se materializaba una figura que vestía una vaporosa túnica negra, tan negra que se confundía con las paredes pero su piel blanca daba mucho contraste a la oscuridad. Unos ojos cincelados y bonitos se hicieron presentes y me miraron con cierta alegría y malicia. Puedo asegurar que estaba contenta por verme y más…por llevarme….

-Pequeña Golondrina…- Me llamó con un dejo gélido haciendo a un lado sus largos cabellos azabache.- ¿Lo ves? Te dije que no podías enamorarte de alguien diferente a ti. Hubieras sido buena pajarilla y hubieras ido conmigo cuando oso te aplastó…así no estarías lamentándote de nuevo…

-Que mala eres, señora.- Sentía de nuevo, como a través de esas palabras me volvía a romper por dentro.- No soy una piedra, un ser sin alma…-Mis ojos se pusieron de nuevo rojos.- Quise creer que todavía existía una luz para mí…

La mujer hizo una pausa. Noté que en una de sus manos portaba una guadaña.

-Claro, aún hay luz…la que guía tu camino al otro mundo, Golondrina.- Al decir eso, se acercó a mí a paso seguro. Alzó su guadaña y con la punta de la misma hurgó la herida que mal formaba mi pecho. Sentí que de nuevo la carne se me abría.

-¡Ay!- Me quejé, pero mi dolor iba más allá de lo meramente físico, en realidad no me estaba haciendo daño.-Si me va a matar, señora, no demore…hágalo ahora.

-Paciencia, mi pequeñita.- Sonrió ella mientras deslizaba la afilada hoz pero ahora sobre mi garganta.- Antes me gustaría escuchar tu hermoso trino, por última vez…una vez más. Además sabes que yo no mato.- Extendió su blanca mano como la nieva en dirección dirigida a mí, su sonrisa desapareció.- Solo te guiaré a un mundo mejor. Ahora, no luches, acepta este designio y déjate llevar… canta mi avecilla…

Suspiré con tristeza. Era verdad…Tanto peleé para nada…Cerré mis ojos con fuerza y los volví a abrir pero esta vez dirigiendo mi vista hacía donde estaba el cielo. Quería ver por última vez un rayo de luna o de sol..Otra decepción…la salida de aquel foso estaba lejos de donde estaba postrada, apenas se veía un punto minúsculo y grisáceo por encima de mi cabeza.

-Hay nubes. Esta noche lloverá, Golondrina.- Dijo la Muerte apenada.-Ellas llorarán por ti en lugar de tu familia, en lugar del zorro que ya ha ido en caza de la garza…

Astillas de dolor seguían incrustándose en mi corazón como afiladas cuchillas. Volví a respirar hondo, me acomodé con esfuerzo para tener una mejor postura y comencé a emitir algunos trinos pero solamente pude cantar algunas notas tristes, descompuestas, sin vida…mis últimos cantos, mi último adiós…

Era natural, estaba más ya muerta que viva…la tristeza absoluta me cegó. Hice algunos intentos más pero ahora solo balbuceaba el aire, pronto ya no hubo ningún sonido. Sin quererlo, mi forma como Golondrina también se desvaneció. Cuando me di cuenta tenía la forma de una muchacha, de cabellos como la obsidiana, con desnuda piel morena, descalza y con una enorme herida sangrante que me cortaba desde el pecho hasta el cuello.

-Mi voz…-Me agarré el cuello, palpándolo con una de mis manos. Mi desolación fue mayúscula.

-Los colmillos del zorro te desgarraron entera, mi niña.- La Muerte suspiró mientras se arrodillaba frente a mí y me acariciaba los cabellos explicándome.-Le hubieras entregado el tesoro que con tanto recelo has guardado desde que naciste. No estarías sufriendo así…

-Iba a dárselo.- Agaché mi cabeza mientras que abrazaba mi cuerpo con mis propios brazos.- Pero al final…me dí cuenta que no le correspondía a él tenerlo…él no era el indicado para mí…por eso se enfadó conmigo…

-¡Que estúpida eres! Con razón te traicionó y fue a buscar a alguien quien si satisficiere sus deseos. Carne fresca y nueva. Pobre Golondrina vieja…así el zorro te llamó.

Intenté hacer caso omiso al comentario de la dama quien dejó de acicalarme el pelo y se levantó, la escuché dar unos pasos, pero no supe hacía a donde.

“Ella dice la verdad.” Los labios me temblaron con mucha melancolía. “Ya no puedo ni cantar…ya no me queda nada”. Apreté fuertemente mis párpados y me recargué en la pared sin dejar de rodear mi silueta con mis brazos. Otro soplo de viento frío me heló entera y mis pies comenzaron a sentir que un flujo de agua los cubría. Eran mis lágrimas que ya habían formado un charco. Ya no quería seguir llorando, pero mis pupilas no me obedecían, los párpados me ardían.”Ojalá ya acabe esto, si no, lloraré y lloraré hasta ahogarme. Llenaré este pozo si no me muero ya.”

Pronto mi cabeza comenzó a darme vueltas; me sentí muy mareada. Sentí que de nuevo caía en una infinidad de círculos de dolor, sin principio y sin fin. La sangre seguía fluyendo… Volví a escuchar la risa de la Muerte, entonces supe que mi hora había llegado pues sentí una honda pesadez, ya no podía mover ni un músculo, la respiración se me cortó mientras me seguía vaciando. Después…caí en un sueño del cual no quise despertar…mejor esto que continuar dentro de esta pesadilla.

“Adiós.” Fue lo último que alcancé a pensar, antes de que mi alma expirara. Y al hacerlo escuché el maullido de una gata seguido de un sordo lamento…

No supe que pasó, que ocurrió ni cuánto tiempo había transcurrido…pero a mis oídos llegó el repiqueteo de algo…al principio no me dí cuenta de que se trataba. Entre la niebla de mi confusión y delirio me parecía que escuchaba que me llamaban…

-¿Abuela?- Me pregunté mientras intentaba abrir mis ojos. Imposible, los párpados parecían piedras pesadas que se negaban en separarse.

El repiqueteo siguió sonando, retumbando con suavidad pero con suficiente fuerza como para despertarme.

Intenté desembarazarme de la pesadez que me embriagaba así que comencé a moverme…sabía que debía hacerlo, algo o alguien me incitaba a intentarlo. Era extraño…yo ya no tenía ni la mínima voluntad en querer salir de mi letargo pero por esa razón ajena a mi me pedía, me suplicaba que lo hiciera…una vez más, un momento más…pero ¿por qué yo que ya lo había perdido todo?

Estaba a punto de dejarme vencer de nuevo pero, antes de claudicar escuché algo que hizo que mi corazón palpitara de nuevo…ya no eran los tañidos esta vez si no una voz que no pertenecía a nadie quien yo conociese o al menos que recordase pero que me sonaba familiar…

-Golondrina…señorita Golondrina… ¿eres tú?

-¿Eh?-

-¿Eres tú, señorita Golondrina?- Repitió la voz, paciente.

- Si…soy yo.- No sé cómo pude responder si tenía la garganta hecha añicos.- ¿Quién eres tú?

Se escuchó un suspiro ronco antes de responder. Parecía que se enforzaba en hilar frases pero habló pronto con sabia naturalidad.

-Soy el único Dragón de Plata que surca las tierras de Xián. Nos conocimos hace ya mucho tiempo atrás- Dijo en voz queda, que me pareció tan triste como yo.

Me quedé callada un momento. No veía casi nada pero caí en cuenta que, gracias a una débil fuente de luz que llegaba del exterior, pude adivinar las formas de un ser gigantesco postrado a un lado de donde me encontraba yo y que por un pelo, si se movía un poco más me hubiera aplastado. "¿Cómo llegó aquí?"

-¿Cuál de todos los Dragón de Plata de Xián?- Dije luchando por salir de las brumas de la confusión. Estaba atontada mirando hacia arriba buscando la luz y hacia las sombras que daba su figura. No me di cuenta que hablé con un tono de niña boba y adormilada y que no había entendido del todo bien lo que, el que se decía Dragón, me había querido decir.

-¿Cuál ha de ser?- El ser, soltó de pronto una risotada que parecía que dejaba de momento su tristeza atrás.- Te he dicho que soy el único Dragón plateado de Xián. ¿Es que no me has puesto atención?

-¡Ah, perdona!.- Dije ruborizándome y abriendo los ojos como platos.- ¡Ya me acordé! Es que estaba dormida y me atonto fácilmente. Te estaba confundiendo con un Draco que anda por ahí y también conozco. Es que se escriben casi igual Dragón y Draco ¿no? Bueno no…que distan mucho por una letra “g” en lugar de una “c” y sobra una “n”… ¡Oh! Ando diciendo tonteras de nuevo…

El Dragón volvió a reír esta vez con ganas y yo, sin darme cuenta…también le imité…

Continuará…





*¨*¨*¨*¨*¨

Un sueño que tuve, una tristeza que llevé en mi corazón y un destello de esperanza que llegó a mi en forma de Dragón y que borró mis tristezas. Te amo, Miguel n.n como hace mucho tiempo superé esa difícil prueba he decidido escribirlo, gracias a tí, mi sol, mi destello eterno. T´estimo.

viernes, 1 de julio de 2011

40 hechos y confesiones de Zeldas.

Reglas: Una vez que fuiste etiquetado, debes escribir una nota con 40 cosas al azar, hechos, hábitos o metas tuyas. Al final elige a las personas que quieras y etiquetalas. Tienes que etiquetar a la persona que te etiquetó a ti.
Si yo te etiqueté, es porque quiero saber más sobre ti (o mejor que lo haga quien quiera, asi es mas divertido)

De titulo tienes que poner 40 hechos y confesiones de (tu nombre)


1. Mi máximo deseo es vivir con calidad y alegría, lo considero como un gran regalo de Dios (mira, que no soy de seguir religiones eh?). Quiero disfrutar mi paso por este planeta.

2. Aparentemente, soy bastante callada y más cuando conozco a alguien o entro en terrenos desconocidos. Desde pequeña me costó relacionarme con las personas, lo que no saben es que me la paso bomba ya con el simple hecho de escuchar.

3. No me gusta estar quieta, aunque lo parezca. Necesito siempre estar haciendo algo…ahora que cuando me encuentro muy cansada la verdad si flojeo mucho pero lo disfruto o me retiro a mi mundo imaginario.

4. Mi primera y única borrachera (entiéndase que me puse ebria) tenía como 10 años…lo curioso es que fue de la manera más tontorrona que cualquiera pudiese imaginar. Es típico que en México, concretamente en mi comunidad, se realicen ferias y kermesses con sendos puestos de juegos, comidas y bebidas en fin de año. Una noche, después de tanto jolgorio y diversión estaba sedienta, solicité un “jarrito” una bebida de frutas a la que se le puede añadir limón, sal, un poco de chile piquín y si gusta el cliente un poco de licor, obviamente en mi caso no quería alcohol, esta bebida la puedes beber con ayuda de un popote o pajilla plástica. Sucede que cuando me entregaron el jarrito preparado y comencé a beberlo noté algo extraño en el sabor, era amargo pero pensé que era por el jugo de limón y me lo bebí de un solo golpe…resultado? Una gran borrachera y una tremenda cruda que me duró tres benditos días. Mi mamá se dio cuenta al oler las pocas gotas etílicas que dejé en el jarrito y aparte me dijo que esa noche me puse muy necia de repente. Obvio, no recuerdo nada LoL.

5. En mis cursos básicos desde la primaria a la secundaria, casi no me llevaba bien con mis compañeros de clase, por ende casi la pasaba sola en horas de recreo, recuerdo que me la pasaba vagando por el patio del colegio o me ponía a platicar con la gente mayor. Me tachaban de rara y típica nerd, igual me decían "guapa" en forma de burla irónica diciendo que era fea. Poco a poco eso fue cambiando al ver que nunca les hice una mala cara y pues el tiempo...hizo cambios en mi cuerpo que agradecí xD.

6. Al entrar al bachillerato, solo me duró poco tiempo el gusto en estar en el colegio. Recuerdo que en ese año de 1999 la UNAM se fue a huelga. Tuve que entrar a trabajar a tiempo parcial en un Carrefour para pagarme un colegio de sistema abierto. Terminé antes de tiempo y me dediqué un par de años a solo enfocarme al trabajo.

7. Antes de incursionar en el ámbito docente, he trabajado como vendedora en tiendas de ropa, juguetes, atendiendo en una cafetería, de profesora de nivel bachillerato, en hospitales y consultorios. Echo de menos esos tiempos donde mi trato con las personas era agradable y más por que me convertí en una persona desenvuelta. Fue de las mejores épocas de mi vida al entrar en contacto con tanta gente y conocí a los que hoy por hoy son mis mejores amigos.

8. ¿He dicho que tengo una adicción? No puedo vivir sin masticar chicle. Me calma los nervios, pero lo prefiero antes que echarme a la boca un cigarro, beber alcohol o drogas. ¡fuchi!

9. La forma de mi rostro es ovalada pero no hay armonía entre mis ojos, nariz, labios y mentón, esto me hace aparecer de forma distinta en fotografías, soy muy camaleónica y se acentúa más si me hago un cambio de look como un corte de cabello o de color o maquillaje, incluso con diferente ropa.

10. Por la razón anterior, al incursionar en el mundo del modelaje amateur y ropa/cosméticos por invitación de una vieja amiga (Brenda, desgraciada) y un fotógrafo que alegaba que tenia buen cuerpo LoL sólo me hacían tomas en ciertas partes de mi cuerpo, sobretodo los labios que dicen es mi principal atractivo, así como las manos. Aunque luego comencé a salir de cuerpo entero xD A mi padre le dio el infarto, mi madre es la orgullosa. Recibí llamadas de mis ex compañeras de secundaria que antes me odiaban para felicitarme.

11. En mi vida cotidiana no me agradaba mucho que me tomen fotos o videos. Me siento súper extraña aparte que me quedó muy dentro la superstición que me atrapaban el alma si me hacían una toma xD. Lógico ahora ya no lo creo pero no me acostumbro y me enojo si me fotografían sin permiso, no es vanidad ni que me cotice mucho pero, así es. Ahora me gusta hacerlo más si es con mi novio.

12. De todas mis amistades y familiares cercanos, soy la única que no he tenido hijos y le ha ido buenamente en el colegio. Mis tíos me adoran más que mis padres .___.

13. De pequeña, debido a la falta de recursos en mi hogar casi no tuve juguetes. Sólo cuando era Día de Reyes. Tuve dos o tres muñecas Barbie que eran mi adoración y me las robaron. Sin embargo me hacía feliz tener mi pequeña bota de dulces y con eso me conformaba, igualmente adoraba ver en mis ratos libres ver televisión, lo famosos cartoons o anime. Cuando mis padres tuvieron más solvencia económica pude disfrutar de otras cosas y de los juguetes de mis hermanos xD Ahora tengo unos cuantos muñecos de peluche regalo de amigos, pretendientes y tengo uno favorito que Linkaín me regaló: Mi adorado hijo Peanut. Un moguri precioso y duermo con él siempre. Por mí lo llevaría a todas partes xD aunque mi querida suegra me echó bronca por hacerlo XD.

14. Cuando tenía escasos 2 o 3 añitos, mi padre se compró una consola de videojuegos que fue pagando en abonos, un NES. Ahí fue cuando tuve mi primer contacto con el mundo de los videojuegos. El Duck Hunt y Mario BROS fueron mis primeros pininos. Cada vez que salía una nueva consola hacíamos lo posible por adquirirla, ahí me enamoré de los juegos de rol, aventuras y peleas como Zelda y Street Fighter. A pesar de ser mujer tuve la habilidad suficiente para aprender rápido e incluso retar a hombres…con el tiempo me convertí el la sensei de mis hermanos, les enseñé a jugar y ahora ellos me hacen polvo a mí xD. Ah! Nunca tuve retraso mental por ello, me concentraba mejor en la escuela y una memoria fotográfica que ya he perdido.

15. He participado en torneos de videojuegos, como Smash Bros, Smash Bros Melee y Smash Bros Brawl. Logré llegar junto con mi hermano entre los primeros lugares y derrotar a grandes jugadores, pero lo principal la satisfacción de conocer a personas y convivir. Pero la edad ya me pasa factura xD apenas recuerdo como se agarra el control. Nah broma n__n

16. Me encantan los retos, ser muy luchona, perseverante y tener espíritu competitivo. Si algo no lo sé, lo aprendo =), mi lema es nunca decir “hubiera o no puedo”

17. Adoro dibujar, escribir, coser, componer canciones y poemas/pensamientos. Llegué a participar en concursos a nivel nacional internacional. Mi primer premio de primer lugar fue por un dibujo inspirado en Zelda: Four Swords Adventure presentando en la categoría de Dibujo Digital a Vaati…lo gracioso es que no sabía ni pío de photoshop o Paint lol. Igual tuve en primer puesto una pequeña historia igual inspirado en el juego de Zelda: A Link to the Past y Ocarina of Time; era un fanfic escrito en francés.

18. Mi pasión por la lectura, escritura y videojuegos me motivó a entrar al mundo de la Internet. Siempre he sido una persona que gusta de la realidad pero igual de fantasía y sueños, un balance que me agradó profundamente. Conocí a grandes personas con un talento impresionante y en un momento dado quise compartir letras con ellos…ese sueño se convirtió en realidad gracias a “Las Crónicas de Mimir.” Es una historia interactiva que se me ocurrió una noche al pensar como resolver un puzzle xD. Ahora esa historia lleva 4 años de vida y no la hemos terminado!, hasta cómics, muñecos de peluche, dibujos y una segunda parte llevamos. Que orgullo, si señor! Ahora espero volver cumplida como antes por que por mi culpa se ha retrasado mucho .____. Pido perdón a los escritores y lectores.

19. Gracias a la página web del “Palacio de Sheik”, hoy mejor conocido como "Sheikav" conocí a personas que el día de hoy son mis amigos como Roskat, Jlink, Triforce Deity, Kernuac, Young_Link, Saku, Nay, Jerry...hace poco conocí a Mitsuita y Ednock, aunque fueron pocos días de tratarlos se han vuelto muy especiales para mí.También ahí conocí a los que fueron alguna vez mis parejas sentimentales, a la fecha, mi novio actual, Linkaín también lo conocí en esa página. Nunca imaginé que acabaríamos juntos, que él sería mi complemento, pero todo se dio poco a poco y estoy profundamente enamorada de él y soy tremendamente feliz. Te amo, Miguel ^^

20.He viajado a muchas partes gracias a mi trabajo y estudios. He visitado sitios preciosos como varias partes de México, USA, Canadá, Panamá, Colombia, Chile, Uruguay, Argentina, Brasil, Cuba, Puerto Rico y por supuesto una parte linda de España, Barcelona para ir a ver a mi novio. ¡Que días tan maravillosos!

21. ¿He mencionado que tengo musofobia? Por favor, no soporto a los ratones y ratas >.< me muero del susto! NO me regalen una de esas cosas por favor ;O; prefiero enfrentarme a escorpiones, víboras y arañas.

22. Me gusta comer de todo, pero mis platillos favoritos son la comida japonesa y la mexicana. Sin embargo no le pongo “pero” a lo demás. Gummi gummi, igual me gusta cocinar y creo que no lo hago nada mal, me dicen que tengo buena mano. Echo de menos las migas que prepara la abuelita de mi león hermoso.

23. Me gusta el picante, el queso y las papas a morir! Aunque luego me duela el estómago.

24. Adoro mis manos, creo que no son feas o.o son mi orgullo al igual que...joer *se pone roja* mis senos xDDD nunca he sido talla chica ni extra-grande.

25. Soy nefasta para las matemáticas…aún no me explico como acredité el kinder garden lol

26. Amo la mitología griega, nórdica, azteca…la astrología, las ciencias paranormales…Me interesa mucho las raíces del mundo, las leyendas, el folclor de los pueblos…me encanta palpar la belleza y peculiaridad de cada país. En ellos me baso para hacer mis historias, mis poesías y dibujos. Así como sus frases las relaciono a mi vida.

27. Me encanta escuchar a la gente. Creo que soy buena amiga y tengo el tacto. Sé que aunque no pueda ayudar a alguien a resolver sus problemas le presto mi ser, una mano amiga o mi hombro para llorar o reír.

28. Mis defectos: Soy muy sensible a morir. Pregúntele a mi novio xD Me considero una persona muy tenaz, con garra e independiente. No me gusta quedarme de de brazos cruzados, aunque no lo parezca, suelo ser muy sutil y educada, con clase….me considero una dama. Igualmente soy enojona, pero es difícil que alguien me vea en ese estado…cuidado! Me dejo llevar por el pecado de la ira. Igual soy muy bromista e irónica y a veces no me sé explicar, digo una cosa cuando quería decir otra y muchos me malentienden.

29. Odio la indiferencia de las personas. Me sienta pésimo cuando abusan o traicionan de la amistad o amor o que no cumplan sus promesas y no me valoren, siempre he creído que esos sentires no sólo deben ofrecerse o recibirse sino ambos, pero me doy cuenta quien vale la pena…y quien tiene sesos en la cabeza. Es fastidioso que te traten pésimo como si uno les hubiera hecho mal, luego que después regresen como si nada y otro día...no vuelves a existir para ellos!...cómo le hacen para olvidar tan fácil los momentos lindos? no entiendo, señores...a menos que en verdad sepan mentir tan bien .

30. No me gustan los prejuicios, ni la egolatría, ni la soberbia. Lo peor que puede ocurrir es no ser fiel. Los excesos me fastidian. El orgullo y la autoestima son cosas muy distintas.

31. Lo primero que me fijo en un chico es su espontaneidad y carisma, así como el amor y orgullo que le inculca a sus actos. También en la expresión de sus ojos, sus labios y su voz. Mi amor, los tienes preciosos n////////n

32. Nunca me ha importado la edad o físico para entablar una relación amistosa o amorosa con alguien. Para mi es relativo, el físico se acaba, la edad no es limitante para compartir, crecer y experimentar sentires.

33. Debo confesar que no sé andar en bicicleta ni patines lol es mi mayor trauma.

34. Me siento identificada con la naturaleza. Amo el verde de un bosque, los sonidos de la selva, el oro de los desiertos y el crepitar de las olas. El cielo me apasiona, amo la luna y las estrellas. Me maravilla la creación.

35. De todos los animales me asombra la nobleza e inteligencia del delfín, la valentía de los perros, el misterio de los lobos, la elegancia de los caballos y la majestuosidad de los halcones.

36. A mi edad sufro dolencias peores que mi abuela >.>

37. Tengo ángel con los bebés y los animales. Creo que sería buena mamá o.o

38. Me trauma mucho la forma y tamaño de mis caderas al igual que mis ojos, unas grandes, otros pequeños.

39. Se me da mucho por practicar deportes extremos. Incluso quise llegar a jugar profesionalmente soccer, pero mis múltiples golpes en el cuerpo a causa de las artes marciales y kick boxing no me lo permitieron…aunque adoro la adrenalina de esas prácticas que no los dejo por nada, tanto que me ha dado por entrenar en disciplinas más fuertes sin importarme que me partan el cuello xD.

40. Me considero una chica sensual y coqueta, pero depende con quien este porque para mi es serlo con alguien especial y no con cualquiera. Me encanta el tono de mi voz para esto.